Una preciosa y delicada habitación en azul

La habitación del Proyecto de Decoración de hoy es un poco pequeña porque lleva un baño anexo.
Tiene una entrada que resulta bastante alargada y el espacio dedicado al dormitorio resulta cuadrado y pequeño. Se quiere lugar de almacenamiento. Pero como se ve en la planta superior, el largo de la cama apenas deja sitio para  poner una cómoda enfrente a esta, ya que la zona de paso quedaría muy reducida.

Para crear zona de almacenamiento, además de la que ofrece el armario, se ponen unas mesillas dobles a cada lado de la cama. Estas aportan mucho espacio para guardar cosas. Además de estas, frente a la cama y al lado del tv, se ha puesto un sinfonier alto y de poca profunidad. Perfecto para guardar ropa pequeña.

Como se puede apreciar en la siguiente fotografía, la zona de entrada es muy estrecha y es mejor no saturarla con muebles.

La habitación se ha pintado de un azul muy clarito. Este es un color que siempre aporta mucha luminosidad y junto al blanco de los muebles ofrece una sensación de limpieza y sutileza que invintan al descanso.

Se quería una habitación sencilla pero elegante al mismo tiempo. En la que los colores no fueran muy disonantes ni llamativos.

Como no se podía jugar con los colores y para que la decoración no diese la imagen de plana se ha jugado con los textiles. Un delicado papel pintado con un dibujo en relieve que apenas se percibe, unas alfombras de lana hechas a mano, y una colcha de cama a juego con los cojines cuyo diseño aporta un sutil contraste.

Otro punto muy importante en la decoración es el cabecero hecho en polipiel azul pastel. Cuyo color se asemeja al color que se le ha dado a las mesillas. Anteriormente era blancas y se han pintado para darles una nueva vida y aportar un detalle diferenciador. Además a estas se les ha forrado las puertas y el cajon con el mismo papel pintado que se ha utilizado en el cabecero.

Los frentes del armario se ha vestido con espejos para dar la sensación de que la habitación es más grande de lo que es. Este es un recurso que siempre funciona bien, ya que da la sensación de que la estancia continua después de estos.

No se ha querido poner muchos complementos. Unas lámparas puestas simétricamente, unos portafotos, uno puesto en vertical y otro en horizontal, y sobre la cama un juego hecho con tres espejos que refleja la luz que entra de manera perpendicular a través de la ventana. 

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